Así veo a la UdeA

La Universidad de Antioquia en su misión social y en su carácter de institución pública, tiene la obligación de formar una buena parte del recurso humano de la región, con el más alto sentido de excelencia, pertinencia y permanencia en todos los campos del conocimiento y las artes. Una administración moderna y eficiente, en una institución como la Universidad de Antioquia, requiere la comprensión total de los procesos académicos y la utilización de tecnologías de la información que están en la base de procedimientos más eficientes y ágiles, al servicio de la academia y no a la inversa. La administración de la Universidad debe basarse en la autocrítica permanente que posibilita diálogos y progresos, y para nada en las susceptibilidades individuales, fruto del apego al poder que aleja del espíritu académico y universitario. Esto requiere liderazgo y serenidad para orientar los procesos, lo cual se han desdibujado en los últimos años.

Las condiciones actuales de la Universidad y el contexto regional, nacional e internacional que la rodean, hacen necesario pensar en una institución del Siglo XXI, que se tiene que expandir y articular con el desarrollo regional en un marco de ciencia, tecnología, cultura e innovación, que sea pertinente y comprometido con la sociedad. En este sentido, la Universidad de Antioquia tiene que dar un salto “copernicano” en muchas de sus áreas del conocimiento, pero para lograrlo se requiere liderazgo, audacia, trabajo en equipo y creatividad en las acciones que se deben desarrollar en una institución que se desea con mucha pertinencia social y conectada con el mundo.